frase de aliento tarjeta

Hace varios días quería compartir contigo este mensaje –quien quiera que seas– pero no me había atrevido sin antes meditar si era algo que forma parte de la vana gloria de mi humanidad, o verdaderamente es amor por ti. Así que después de orar lo haré con mucho respeto; esperando que sea lo que Dios ha dispuesto hoy.

Antes de continuar debemos tener claro que ninguno de nosotros debe insinuar que la intención o las ganas de acercarse a Jesucristo con el corazón dispuesto a siquiera conocerle; son falsas o hipocresía, porque viene de Dios mismo. Por el contrario eso debe ser motivo de alegría para cualquiera que como yo, ha tenido que aprender ha dejarse moldear por el Espíritu de Dios y errando una y otra vez.

Como en alguna parte escuché: “dependiendo de la dureza de tu corazón, así será de grande el martillo y fuerza que Dios usará para moldearlo.”  Me conduce a seguir fortaleciéndome y buscar caminar de la mano de Dios, para vencer cada batalla de esta guerra que tendremos hasta que llegue el día de nuestra muerte.

Así que, por favor te pido humildemente que atiendas a estas cosas, no pretendo que parezcan sabias y maravillosas, mas bien mi deseo es que estén llenas de Verdad. Que te hagan repensar en lo que haces y en como ves a Dios.

En este último tiempo la vida ha dado un giro doloroso e inesperado pero lleno de mucha esperanza y de la muestra ante nuestros ojos de la misericordia, amor y fidelidad de Dios por sus hijos. Todo a veces es confuso y todo parece incierto, es por eso que quiero pedirte que te sumerjas con mucha pasión y diligencia en la búsqueda de Dios, que corras a los brazos de Jesús y grites por su auxilio y su perdón; que busques el bautismo en agua, la muerte a las cosas banales de este mundo para una nueva vida.

El ritual del bautismo en sí mismo, no hará que seas salvo pero estarás haciendo público y simbólico tu deseo y compromiso de morir y resucitar para tener esta nueva vida. –Exacto! de ahí viene lo de “nacer de nuevo

Lo mejor que nos puede pasar en cualquier etapa de nuestra vida es conocer a Dios y no me refiero solo a decir que somos creyentes, sino a que tengamos un encuentro verdadero y sincero con Jesús,  el de la biblia, el que resucitó, el que está contigo mientras sigues leyendo esto y al que fuiste entregado en sus manos por Dios nuestro Señor.

Sin embargo, muchos pensamos que usar una franela con un mensaje bíblico, tener un tatuaje de Jesús; gritar un enérgico “Amén!”; repetir como un mantra la frase «gracias a Dios»; publicar en nuestras redes sociales versículos de la biblia, imágenes y videos motivacionales,  o invitar a otras personas a vivir las verdades del evangelio, mientras que nosotros mismos no podemos siquiera entenderlo, es lo que define a un cristiano y asumimos que eso es suficiente para ser agradables a Dios. Esto es espantosamente común.

Pero veamos un poco lo que dice la biblia sobre que significa ser cristiano, es la mejor forma en la que podemos unificar ideas acerca de esto.

25 Una gran multitud seguía a Jesús. Él se dio vuelta y les dijo: 26 «Si quieres ser mi discípulo, debes aborrecer a los demás —a tu padre y madre, esposa e hijos, hermanos y hermanas— sí, hasta tu propia vida. De lo contrario, no puedes ser mi discípulo. 27 Además, si no cargas tu propia cruz y me sigues, no puedes ser mi discípulo.

28 »Sin embargo, no comiences sin calcular el costo. Pues, ¿Quién comenzaría a construir un edificio sin primero calcular el costo para ver si hay suficiente dinero para terminarlo? 29 De no ser así, tal vez termines solamente los cimientos antes de quedarte sin dinero, y entonces todos se reirán de ti. 30 Dirán: “¡Ahí está el que comenzó un edificio y no pudo terminarlo!”…

…31 »¿O qué rey entraría en guerra con otro rey sin primero sentarse con sus consejeros para evaluar si su ejército de diez mil puede vencer a los veinte mil soldados que marchan contra él? 32 Y, si no puede, enviará una delegación para negociar las condiciones de paz mientras el enemigo todavía esté lejos. 33 Así que no puedes convertirte en mi discípulo sin dejar todo lo que posees…

Lucas 14:25-33 (NTV)

Ahora puedes darte cuenta del rigor de la vida cristiana realmente? Recuerda que Jesús dijo a sus apóstoles que el mundo nos aborrece y nos perseguirá por causa de su nombre.  Y es que mientras vamos creciendo en el conocimiento de Dios y nuestro estilo de vida va cambiando, podremos percibir que si bien hallamos gracia delante de algunas personas que no son creyentes, la mayoría del mundo no estará de acuerdo con nuestras “creencias”, «religión» y nuestro amor irracional por Dios.

Lucha hasta el Final

En otras oportunidad te mencioné acerca de estas cosas, cómo el enemigo no te dejaría tan fácilmente salir de sus dominios –el mundo– si tú comenzabas a escuchar la voz de Dios, a buscar más de Él.

Estoy muy seguro de que has vivido esto, porque la mayoría de nosotros tenemos esta lucha a diario. Es doloroso cuando familia, amigos, seres queridos nos dan la espalda o nos vetan por nuestro cambio en gustos, comportamiento y comenzamos a aborrecer el pecado y las cosas que antes nos daban placer hacer o decir hoy día nos deprimen porque sabemos ofenden a Dios.

Pero al final la recompensa lo vale, y es que la recompensa es Cristo mismo donde está la verdadera plenitud de la vida. Y como bien sabes sólo “los que perseveran hasta el final estos serán salvos”, así que también te hago esa invitación  a que PERSEVERES, a que luches con todas tus fuerzas para que el Señor te muestre el camino, te fortalezca y puedas seguir adelante como Jesús nos pide: permaneciendo en su palabra y en Él porque es la vid, la luz, el camino, la vida eterna; lo es todo. (Juan 15)

 

Debemos ser consecuente

Siempre veo tu interés y deseos de compartir la maravillosa y buena palabra de Dios y es algo bueno, es lo que este mundo necesita. Sin embargo, es necesario para que esa semilla de frutos y ese fruto permanezca en quienes te escuchen, vean o lean; que todo lo que hagas y digas esté guiado por Dios, que tu vida sea un reflejo de la luz de Cristo y del evangelioesto lo digo con toda humildad y temor, pues ya debes estar imaginado mis fallas y errores– que estés capacitado y enriquecido del conocimiento de la verdad y toda palabra de Dios.

Para que no caigamos en condenación como leí hace poco: «Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles (no creyentes) por causa de vosotros (cristianos).» (Romanos 2:24)

Es decir, que nosotros llamándonos “Cristianos” a veces cometemos pecados que ni siquiera las personas que no son creyentes hacen, por eso blasfeman el nombre de Dios, se burlan de nosotros. Esto lo leí esta madrugada, quise tomarlo para mi y también compartirlo contigo, porque me llenó de temor y me dolió profundamente.

Por eso hago énfasis en que necesitamos estar revestidos de la guía de Dios para poder vivir una vida que sea conforme a Él, para que nuestra fe también sea confirmada por medio de hechos concretos. Es muy probable que los discípulos y a la multitud que seguía  Jesús pensaba como  nosotros, que cualquier tenía lo necesario para seguirlo, pero Jesús nos advierte lo que significa ser realmente un discípulo y no solo parte de la multitud que busca milagros y prosperidad y felicidad.

Quiero llamarte a reflexionar al mismo tiempo que me propongo a hacerlo yo mismo, si de verdad tenemos lo necesario para ser considerados discípulos de Cristo o de al menos ser llamados cristianos. Se que quien nos justifica es Cristo delante del Padre por la fe que tenemos en Él. Pero nuestra vida debe tener evidencia comprobable y permanente de un arrepentimiento genuino y un cambio en nuestra mente refrenado en nuestro de estilo de vida. Recuerda que nuestra fe sin obras no es nada.

Como dice la última parte de la parábola, hay que sentarnos a calcular los costos de la vida cristiana, para que después que emprendamos nuestra batalla, nuestra carrera, nuestro peregrinaje, nuestra lucha contra nosotros mismos podamos ver si tenemos lo necesario, para no andar por el mundo haciendo que el nombre de Dios sea burlado por quienes nos adversan, para edificación de aquellos que serán afectados por nosotros. Para cuidarnos de cometer alguna alguna estupidez solo por nuestras “buenas intenciones”.

“De buenas intenciones está pavimentado el camino al infierno” 

habías oído algo tan terrible como esto?-

Manos a la Obra

Sé que parece una elección nada fácil, se que todo parece imposible, sé que es largo el camino, sé que es muy estrecho y que la puerta se ve tan angosta, sé que te sientes o te sentirás abrumado y sin fuerzas como otras veces has dicho. Pero recuerda que ancho es el camino y ancha es la puerta que lleva a la perdición, muchos son los que escogen esto y lo es imposible para el hombre, para Dios es posible.

El verdadero evangelio que se nos ha pedido es el de “hacer” y no solo escuchar y repetir. Es el de poner en acción lo que hemos aprendido o escuchado mostrando verdaderos frutos. A eso fuimos llamado por medio de la fe que decimos tener, la fe que decimos profesar por nuestro Señor Jesús y quién le damos ese título tan grande y que creo la mayoría llamamos con ligereza:  MÍ SEÑOR, como si se tratase de un nombre y no de un título que demanda –sí has leído bien, DEMANDA– nuestro amor, pues Él nos amó primero.

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