En más de una oportunidad debatí con alguien sobre si es posible cambiar los sentimientos; sobre el perdón genuino; sobre si los latinos mentimos al decir que amamos; si la palabra del hombre carece de validez hoy día, en fin. Creo muchos de ustedes han debatido sobre estos temas y seguramente nunca se han puesto de acuerdo, es un asunto muy subjetivo y sensible según nuestras experiencias únicas de vida.
Los que me conocen –si llegan a leer esto– saben desde ya, que lo que sigue a continuación, no es inspiración filosófica proveniente de mí sino es el resumen de lo que he comenzado a aprender en la vida sobre el amor. Pudiera ser algo más profundo y más filoso pero ellos mismos saben que no soy sabio ni profundamente elocuente; –por eso se atreven a llamarme “El Pana” para referirse a mi, y yo lo acepto felizmente-.
Lo que he estado aprendiendo lo plasmo acá para que juntos entendamos y ustedes me nutran con las cosas que yo no puedo ver sobre el amor. Y bueno, si usted es experto del amor y un analista crítico sofisticado sobre estos menesteres, igual le doy la bienvenida, tal vez no sea una pérdida de tiempo, o sí, juzgue Usted –No, por favor no lo haga-.
No voy a comenzar citando conceptos sobre el amor trillados ni poéticos, podríamos pasar largas horas hablando solo sobre los conceptos y definiciones de lo qué es y no es el amor; pero puedo decir por el enfoque que voy a ir dando que nada supera a la definición de 1 Corintios 13:1-7 . Voy a hacer de cuenta que todos tenemos una idea bastante clara de lo que es el amor. Me limitaré a mencionar algunos “tipos” de amor que estoy casi seguro no habías oído hablar.
“Dios es amor” y nos ha dado a lo largo de la historia infinidades de muestras de su amor –seguro tienes infinidad de anécdotas al respecto-. La Biblia, específicamente en el Nuevo Testamento usa cuatro (04) palabras para los distintos tipos de amor que en ella se conocen:
En esos debates que he tenido sobre el amor humano siempre se suele mencionar estudios psicológicos generalmente de los cuales nunca tenemos una cita verificable de tal estudio, pero que es una regla constante y suenan muy lógicos y aceptables. Estos “estudios” demuestran que es imposible por voluntad propia cambiar los sentimientos de otras personas y tampoco los nuestros.
Si lo pensamos humanamente no podemos ordenar y decretar amar a alguien –en la biblia se nos insta amar muchas veces– se que ya debes estar pensando ahí en silencio en el “Amor de Madre” espera un poco, sigue un poco más.
Los mismos psicólogos y sus defensores también tienen como premisa la teoría de los hábitos, te suena eso de los 20 a 60 días? Bueno, es que si bien es cierto que la voluntad no cambia los sentimientos; esta si puede cambiar las acciones perfectamente, y es que la voluntad no es más que decidir qué hacer y qué no hacer. Y evidentemente una acción se convierte en una habilidad que terminará cambiando nuestros sentimientos. Se entiende? No?
Veamos!
Entonces sí Se Puede cambiar Odio por Amor!
Y esto se debe a que los Sentimientos siguen a la Acción, son el fruto de amar no la raíz del amor.
Dios no decreta amar –No dice: “que el amor exista entre las personas”– nos pide que nos amemos pero esto más que un sentimiento romántico es una invitación a la Acción. Recuerdas que si amas a Dios y al Prójimo estás cumpliendo toda la ley? Podemos pensar que el Amor se va nutriendo cuando hacemos algo y ese algo es desarrollado por el Espíritu de Dios en nosotros. –Dios pone el querer como el hacer–
Podrías sentarte uno o varios días a pensar en amar a alguien, meditar sobre esto pero me temo querido amigo que el amor no se desarrolla en los pensamientos por muy bienintencionados que sean, sino que se van nutriendo en acciones
«1 Tesalonicenses 3:12 : Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros»
Como puedes ver Ágape no es un sentimiento propiamente dicho, sino una acción concreta. Además, Todo esto lo podemos reflejar en el Amor por la Obra.
